Desde hace muchas décadas, la mamografía constituye la principal forma de realizar su diagnóstico temprano.

Tradicionalmente se recomienda iniciar con la mamografía a partir de los 40 años de edad, en ausencia de riesgo familiar aumentado. Sin embargo, actualmente existe un gran debate respecto de realizarlo cada uno o dos años.

Asimismo, otro punto de gran controversia es determinar el momento oportuno en la vida de la mujer para dejar de indicarlo.

El cáncer de mama es el más frecuente en mujeres, por eso se recomienda hacerse una mamografía.

Los datos epidemiológicos demuestran que la incidencia del cáncer de mama empieza a declinar alrededor de los 75 años, por eso es muy importante hacerse una mamografía.

Sin embargo, como muestra el gráfico, dicha incidencia se mantiene relativamente estable durante 10 años más.

Por otro lado, es bien sabido que la expectativa de vida está en progresivo aumento y las mujeres quieren vivir más y, sobre todo, mejor.

Los estudios clínicos que validaron el uso de la mamografía mostraron una reducción significativa de la mortalidad por cáncer de mama en mujeres entre los 50 y 69 años.

Sin embargo, en mujeres mayores de 70 años se desconocen los beneficios por no haberse estudiado. Dada la incidencia relativamente estable del cáncer hasta los 85 años, es de esperar que la mamografía pudiera ser igualmente útil.

La sociedad del cáncer de los Estados Unidos

Recientemente la principal sociedad mundial sobre cáncer, afirmó que no existe realmente una edad específica para suspender el screening de cáncer de mama.

Por el contrario, dicha decisión tiene que ser individualizada basada en los potenciales beneficios y riesgos del estudio en el contexto del estado general de cada mujer y de su expectativa de vida.

En otras palabras, mientras que la mujer se encuentre en buenas condiciones de salud, pudiendo ser candidata a recibir un tratamiento por un cáncer de mama, tendría que continuar realizándose mamografías.