¿Qué relación tiene el estrés crónico y el cáncer?
Desde varias décadas que se empezó a ver la relación entre el estrés crónico y el cáncer. El cáncer es una alteración biológica y genética de las células que producen su crecimiento descontrolado.
Pero ¿Por qué el cáncer es una enfermedad genética? El cáncer se produce por mutación de genes que pueden ser heredadas al momento de nacer desde nuestra ascendencia, o bien pueden ser adquiridos a lo largo de la vida (80 – 100% de los casos según el origen del cáncer).
¿Qué factores hacen que los genes muten a lo largo de la vida y generen un cáncer?
La respuesta podría están en la inflamación crónica de las células y su medio ambiente.
Aquí entrarían en juego los factores tradicionales de inflamación como el cigarrillo, el sol o la alimentación con una alta concentración en grasas; siempre que estos estén mantenidos a lo largo del tiempo.
Si bien todos los factores antes mencionados pueden causar un estrés crónico, este término puede que vaya mucho más allá de dichos factores concretos. Así, estrés crónico asociado al desarrollo del cáncer podría estar también relacionado con situaciones externas adversas mantenidas en el tiempo como: la muerte de algún familiar querido, una mala relación con algún miembro de la familia o amigo, una situación adversa en el trabajo, o cualquier problema no resuelto que genere un elevado nivel de preocupación.
Pero siempre que alguno de estos esté mantenido en el tiempo. Y es aquí donde el sistema inmunológico juega un papel fundamental.
Así, numerosos estudios científicos han observado que las células tumorales tienen una elevada concentración de receptores para neurotransmisores asociados con el estrés fisiológico como, por ejemplo, la adrenalina. Esta última, normalmente elevada ante cualquier situación externa de estrés.
Es por esto que una buena forma de prevenir el cáncer es evitar o controlar todos estos factores externos antes mencionados que lleven a un estado de estrés crónico mantenido en el tiempo.económicos por persona, pero por otro lado es el país con mayor índice de obesidad y con unos de los sistemas sanitarios más caros de todo el mundo.
En definitivo este informe pone en evidencia como una dieta saludable, mediterránea en este caso, junto a un fácil acceso a un sistema sanitario efectivo y de alto nivel puede extender la expectativa de vida y así convertirse en el país más saludable del mundo.