Escuchar música durante el proceso de la anestesia y el transcurso de la cirugía, redujeron significativamente los episodios de hipertensión, la frecuencia cardíaca, los niveles de ansiedad y la necesidad de medicamentos analgésicos, según un estudio.

Se debería evaluar más a fondo la viabilidad de este enfoque en el contexto de una cirugía compleja, pero las ventajas de una intervención no farmacológica para reducir la ansiedad en nuestros pacientes son notables para la cirugía en general.

Un estudio incluyó a 311 pacientes que se sometieron a una cirugía observó que la mitad de los pacientes fueron asignados aleatoriamente a un grupo que escuchó una sesión de música de 20 minutos antes de la cirugía utilizando la aplicación web Music Care con la técnica de «secuencia U», que está diseñado para relajar gradualmente al oyente a través de secuencias específicas de ritmos y volúmenes de sonido. A la otra mitad de los pacientes se les dieron los mismos auriculares aislantes sin música. La intervención musical se detuvo justo antes de la cirugía.

La magia de la música
La ansiedad es un problema para la mayoría de los pacientes que se someten a una cirugía. Los pacientes, con justa razón, preocupados y ansiosos por la intervención pueden ser más exigentes con el personal de enfermería antes de la operación y encontrar el tiempo para manejarlos puede ser difícil en una práctica quirúrgica ocupada.

La ansiedad también puede ser la causa de complicaciones intraoperatorias relacionadas con el aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial o con los movimientos de la cabeza.

Se necesitan pacientes lo más relajados posibles para una cirugía. También sabemos que cuanto menos ansiosos estén los pacientes, mejores serán los resultados de la cirugía. Durante la cirugía, requieren menos analgésicos y anestésicos. Además, después de la cirugía experimentan menos dolor y tienen un curso posoperatorio más tranquilo con un retorno a casa más temprano.

La música tiene un efecto beneficioso sobre las sustancias químicas del cerebro, aumenta la felicidad y reduce la ansiedad. Se sabe desde la época de los antiguos griegos, y el efecto es duradero, como se ha demostrado en este estudio.

Finalmente, escuchar música durante la inducción anestésica y la cirugía tiene numeroso beneficios para los pacientes y su implantación tendría que expedirse a todo tipo de cirugía.