La inmunidad podría tener un papel clave en la endometriosis ¿sabes porque?
La endometriosis es una enfermedad que afecta a casi 200 millones de mujeres en todo el mundo. Si bien, aún no se sabe bien el porque, suelen ser mujeres que viven en grandes ciudades de países desarrollados y con un elevado sentido de la responsabilidad y el orden.
La endometriosis se produce cuando las células que revisten la cavidad uterina por dentro (células endometriales), en lugar de eliminarse hacia el exterior con cada menstruación, migran en sentido contrario hacia la cavidad pélvica y abdominal. Habitualmente, se agrupan en forma de implantes en el peritoneo (capa delgada que recubre la pelvis y el abdomen por dentro), o forman quistes en los ovarios. En casos más raros, estos implantes suelen infiltrar el intestino, los uréteres, la vejiga o, incluso, hasta el pulmón.
Las mujeres con endometriosis suelen tener un conjunto de síntomas que pueden ser de más o menos intensidad. Habitualmente, las mujeres suelen tener intensos dolores durante la menstruación que, en algunos casos, las obligan a estar en casa durante unos días. Además, pueden padecer dolor durante las relaciones sexuales, dolor al momento de orinar o de defecar o, directamente, dolor pelviano crónico.
En ciertos casos, la endometriosis se pude asociar a una dificultad al momento de intentar quedar embarazadas y, según se ha demostrado, también podría tener un riesgo aumentado de desarrollar cáncer de ovarios.
La endometriosis es una enfermedad benigna y auto-limitada. Como bien se sabe al día de hoy, esta directamente vinculada al estímulo hormonal (principalmente los estrógenos). Como las hormonas sexuales femeninas desaparecen tras la menopausia, tanto la enfermedad como sus síntomas también remiten ante la ausencia de hormonas circulantes en sangre.
Aunque aún no se sabe con exactitud cual es la verdadera causa de la enfermedad, cada día se está avanzando más para saber con mayor exactitud el porque se desarrolla.
En los últimos años, se está avanzando cada vez más en el papel que podría tener la inmunidad en la génesis de la endometriosis. Así, un estudio apenas publicado en una revista científica internacional, observó altas concentraciones de células relacionadas con nuestra inmunidad (macrófagos e interleuquinas) en la cavidad peritoneal en mujeres con endometriosis y un elevado nivel de dolor pélvico y abdominal.
De esta forma, y al igual que sucede con el cáncer, se abre una posibilidad para que se puedan tratar a las mujeres con dolor asociado a la endometriosis con terapias inmunológicas. Así, se podrían mejorar significativamente los síntomas y la calidad de vida de las pacientes.
El cáncer, otra enfermedad íntimamente ligada a la capacidad de respuesta del sistema inmunológico, es una de las enfermedades donde más se está avanzando con el tratamiento destinados a fortalecer la respuesta inmune de cada persona.
En definitiva, una de las claves más importantes para prevenir tanto la endometriosis como otras enfermedades, también importantes, es intentar mantener el sistema inmune lo más fortalecido posible evitando situaciones de estrés crónico que lo alteren. Así, habría que evitar grasas saturadas de forma reiterada, el consumo de tabaco, la exposición al sol en horas no prudentes, o cualquier situación externa que genere un malestar de forma persistente en el tiempo.
De esta manera, en el futuro, quizás más que tratar personas con enfermedades, se pueda evitar o disminuir la incidencia de dolencias que no solo acorten la expectativa de vida; sino que también alteren significativamente la calidad de vida.