Una de las principales características del cáncer es el crecimiento descontrolado de las células malignas. Por lo tanto, cuanto antes se inicie el tratamiento tras el diagnóstico, la enfermedad estará menos extendida, los tratamientos serán menos agresivos e invasivos, y la supervivencia será mayor.

Para el caso del cáncer ginecológico, existen numerosos estudios científicos que han asociado una demora en el inicio del tratamiento con una peor supervivencia en mujeres con cáncer de ovario y de endometrio (útero), por ejemplo. 

El diagnóstico de un cáncer suele generar gran incertidumbre, miedos, y dudas tanto en las pacientes como en sus familiares y amigos. La premura de las pacientes en iniciar al tratamiento es frecuente, y entendible. Sin embargo, me gustaría incidir en dos aspectos importantes en este contexto. 

El primer punto es que, en ciertos casos, es necesario y obligatorio realizar ciertos estudios diagnósticos a fin de conocer adecuadamente la extensión de la enfermedad, y así establecer la mejor estrategia terapéutica. Si bien este proceso suele demorar un tiempo, es importante que no se demore más allá de algunos días o semana.

Esta demora, por lo tanto, es no solo entendible sino también indispensable. En cualquier caso, el equipo de profesionales a cargo debe conocer con precisión que tipo de estudios realizar y cuando indicarlos; así como también debe trabajar coordinadamente con los demás servicios implicados para que dichos tiempos de espera sean lo más cortos posibles. Así, en ocasiones debemos involucrar a radiólogos y patólogos especializados en cáncer ginecológico, o radiólogos intervencionistas, entre otros.

El segundo aspecto es que el cáncer, hoy en día, es una enfermedad muy compleja que requiere de la participación de profesionales especializados en el entendimiento integral del problema. Por ejemplo, en nuestro caso, existen profesionales que nos especializamos en ginecología oncológica durante 4 años tras el fin de nuestra residencia en ginecología y obstetricia para entender en profundidad cada enfermedad oncológica de los órganos genitales femeninos. Así, podemos ofrecer los tratamientos más efectivos e innovadores, reduciendo la morbilidad, y ofreciendo las máximas expectativas de curación según cada caso. Somos, en realidad equipos multidisciplinares donde abordamos los problemas de cada paciente desde un punto de vista integral para tomar la mejor decisión tanto diagnostica como terapéutica. En este sentido, múltiples estudios científicos han mostrado que las mujeres con cáncer ginecológico viven más y mejor cuando son operadas por ginecólogos oncólogos.

En definitiva, la premura de empezar el tratamiento oncológico lo antes posible es entendible. Si bien este suele demorarse debido al proceso diagnóstico para decidir el mejor tratamiento, esta demora debe ser lo más corta posible. Además, es muy importante recibir un tratamiento por profesionales adecuadamente entrenados en una enfermedad tan compleja como es el cáncer hoy en día.